el rey sol

Céline

Desde la época de Luis XIV, cuando comenzó la moda tal y como la conocemos y con las primeras boutiques, existe un ciclo. Un ciclo de prints, plain, piel, plumas, retro, futurista y así hasta la saciedad. Siempre se ha llevado lo mismo, y siempre se va a llevar lo mismo. Varían los largos de las faldas, sí, y decadas después vuelven a barrer el suelo. Ahora, en época de recesión, tenemos dos casos extremos:

El plain -de Céline, por ejemplo- que nos transmite una sensación de útilidad, unos fondos de armario, la tranquilidad de estar invirtiendo en prendas a largo plazo, nos sentimos responsables.

Por otro lado, podemos observar un efecto que se podía apreciar, por ejemplo, en la época de María Antonieta, que cuanto mayor era la crisis francesa, más opulentes eran sus fiestas. He elegido este ejemplo ya que es el primero que me vino al ver la colección 2011 de Balmain, inspirada, sin ninguna duda en una aristocracia que enseña más piel de lo habitual.

Balmain